Aunque doce temporadas de Chicago P.D. nos han enseñado que el drama es parte esencial de la vida del equipo de inteligencia, el episodio más reciente, Seen and Unseen, nos dejó con el corazón en la mano y una pregunta latente: ¿veremos realmente a Kim Burgess y Adam Ruzek casarse como lo planearon?

La entrega número 16 de la temporada se centró en una Burgess completamente saturada: nueva en su rol de detective, absorbida por un caso de asesinato que golpea su memoria personal y, además, lidiando con los preparativos de una boda de tres cifras y la crianza de Makayla junto a Ruzek. En medio del caos, la serie regaló uno de esos momentos que hacen historia en el universo One Chicago: Burgess comprendiendo, al fin, que su relación merece tanto esfuerzo como su carrera.

Entre informes policiales y listas de invitados: el caos cotidiano de Burzek

A diferencia de bodas exprés como la de Upstead, Chicago P.D. parece decidido a construir un evento más robusto para Burzek. Sin embargo, el camino está plagado de obstáculos. El episodio mostró una cara más doméstica de la pareja: un techo que gotea, un suegro enfermo, una niña con problemas escolares y una lista de invitados que amenaza con desbordar cualquier jardín.

Adam, siempre con los pies en la tierra, ya tenía unos 80 nombres anotados, mientras Kim no lograba priorizar los suyos. La tensión creció, los roces fueron inevitables, y por momentos parecía que la noche terminaría con más silencios que besos. Pero entonces, Chicago P.D. ejecutó un giro narrativo sutil y brillante: flashbacks de las mismas escenas del episodio, desde ángulos diferentes, revelaron a Burgess lo que había ignorado—la entrega incondicional de Ruzek en medio de su propio colapso personal.

Un respiro en el Langham y una promesa emocional

El gesto final de Burgess fue inesperadamente dulce: reservar un fin de semana para ambos en el lujoso hotel Langham en el centro de Chicago, acompañado por un discurso que podría convertirse en uno de los más citados de la serie. “No quiero que mis recuerdos de este momento sean de puro estrés… Estamos bien. Tú y yo, estamos realmente bien, pero no quiero perderme nada”, le confiesa a Adam.

Según Yahoo Entertainment, esta escena reafirma a Burzek como posiblemente “la pareja con mejor comunicación de One Chicago”. El episodio termina con una sonrisa compartida y la promesa de un “fin de semana picante”, pero las dudas sobre el evento principal persisten. Con la lista de invitados alcanzando los 120 nombres y el espacio limitado, ya se habla de “recortes brutales”.

Lo que sabemos (y lo que tememos) del gran día

Aunque no hay señales de una ruptura inminente ni dudas en el amor de la pareja, los fans especulan que algo interrumpirá los planes originales. Y no sin razón. El universo One Chicago tiene un historial particular con las bodas: desde ceremonias en barcos (Stellaride) hasta un enlace en una tienda de peces (Brettsey). Incluso el drama detrás del divorcio de Upstead sigue coleando en las redes.

Aun así, hay motivos para el optimismo. Marina Squerciati ha compartido en su cuenta de Instagram imágenes probándose vestidos de novia y una invitación de boda con la fecha del 25 de mayo de 2025. Además, según compartió en X, todavía estaba rodando escenas junto a Patrick John Flueger durante la emisión de Seen and Unseen, lo que sugiere que el final de temporada podría tener un cierre feliz.

Según una nota de NBC Insider, “todo apunta a que veremos la boda, aunque no exactamente como fue planeada”. Los fans ya fantasean con la posible aparición de Disco Bob, la hermana de Adam e incluso cameos sorpresa de otros personajes del universo One Chicago.

Al final, lo que realmente importa no es si habrá fuegos artificiales o un altar improvisado en un estacionamiento. Lo esencial es que Burzek está más fuerte que nunca, y eso, en un mundo como el de Chicago P.D., ya es una victoria monumental. ¿Estaremos listos para celebrar con ellos o prepararnos para otro giro inesperado?

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