La novela inicia en la tarde en que mataron a Jorge Eliecer Gaitán. Una noticia que fue difundida por la activación de las emisoras clandestinas y los gritos de miles convocando al derrocamiento del Gobierno y a la toma del poder.

En la actualidad, considerando las proporciones demográficas y el desarrollo tecnológico, sucede algo similar con la activación de las redes sociales, al conocerse decisiones entre ellas la propuesta de la Reforma Tributaria que para muchos es la más inviable y agresiva de los últimos tiempos.

El estallido del 9 de abril de 1948 volcó la gente a las calles desatando una etapa sangrienta, hoy, con ciertas disposiciones del gobierno durante la situación actual de la emergencia sanitaria, miles de personas se han lanzado a las calles a manifestarse, jóvenes cansados y hastiados del abandono y la iniquidad. Las convocatorias a los paros y a las marchas se propagan con tanta rapidez como si de nuevo estallara el grito de «Mataron a Gaitán»

La frase, «La historia se repite» se vuelve a escuchar como si irrumpiera la intemporalidad en la temporalidad histórica. En este aspecto, se manifiesta el valor de la novela ‘Mi pequeña Eulalia en una patria sin dueño’; ella se pasea en la época de horror de la violencia partidista, violencia que ha venido extendiéndose en el tiempo, repitiendo los patrones de conducta de una década a otra.

Una novela interesada en el aspecto sociopolítico y como tal debe considerarse, además, como un grito de denuncia y crítica, la cual evidencian sucesos históricos que se repiten hoy y que podrían volver a repetirse, con mayor dramatismo y consecuencias, si no se les presta la suficiente atención a los reclamos de la sociedad actual.

‘Mi pequeña Eulalia en una tierra sin dueño’, es la segunda novela de Aida Luz Yepes, quien nació en Caicedonia Valle, Colombia, en 1962; es abogada, especialista en derecho laboral y seguridad social, con estudios en ciencia política y maestría en dirección de desarrollo local.