Una vez confirmada la renovación de Chicago P.D. para su Chicago P.D. temporada 13, los fanáticos se preguntan si por fin presenciaremos la tan esperada redención de Hank Voight redención. La cadena NBC anunció que la serie regresará en otoño de 2025, manteniendo su horario del bloque One Chicago los miércoles por la noche, según NBC Insider. La noticia llegó pocas semanas después del impactante final de la temporada 12 que dejó a la Unidad de Inteligencia bajo investigación interna y a Voight cuestionando sus propios métodos.

Jason Beghe ha interpretado al implacable sargento durante más de una década, mostrando a un hombre dispuesto a ensuciarse las manos para proteger a Chicago. Sin embargo, el mundo que lo rodea está cambiando: las cámaras corporales, los recortes presupuestarios —confirmados por TVSeriesFinale en su informe sobre la renovación con ajustes de costes— y la mirada crítica del público están forzando a Voight a replantear su «todo vale». ¿Estamos ante el principio de un nuevo Voight… o simplemente veremos otra capa de la misma brutalidad controlada?

¿Qué ha cambiado realmente en Voight tras una década de casos imposibles?

La evolución de Hank Voight no es lineal. El final de la temporada 12, titulado “Vows”, mostró a la Unidad obligada a suspender operaciones mientras Asuntos Internos investigaba la desaparición de pruebas en un caso de tráfico de fentanilo. Lejos de huir, Voight aceptó la supervisión directa del nuevo jefe adjunto. Esta decisión marcó un punto de inflexión: el sargento que antaño destruía pruebas ahora se somete a la burocracia para mantener a su equipo unido.

Además, la boda de Burgess y Ruzek reveló a un Voight capaz de gestos privados de calidez. Su brindis —breve, casi torpe— reconoció que el amor es la mejor armadura contra la oscuridad que consume las calles. Fue un momento que recordó a los espectadores las lecciones que Voight aprendió de Erin Lindsay y el difunto Olinsky: la familia, biológica o elegida, es la única brújula fiable cuando la ley se vuelve gris.

La presión de NBC y la mirada del público

Más allá de la trama, Chicago P.D. NBC afronta un entorno televisivo distinto al de 2014. En plena conversación nacional sobre la brutalidad policial, la showrunner Gwen Sigan adelantó en una entrevista con Entertainment Weekly que la temporada 13 profundizará en “las consecuencias públicas y personales de cada disparo”. El reto consiste en humanizar a Voight sin glorificar la violencia. Para lograrlo, la serie reducirá el número de tiroteos on‑screen y enfatizará la investigación psicológica, una estrategia que ya demostró funcionar en el capítulo “Pink Cloud” cuando Voight asistió clandestinamente a terapia.

El ajuste presupuestario mencionado por TVSeriesFinale también se traducirá en una plantilla más reducida para la Unidad. Esto abre la puerta a que Voight delegue, se vea obligado a confiar en detectives más jóvenes y, en última instancia, a confrontar su miedo más profundo: la pérdida de control. Cada concesión a la normativa —desde firmar reportes detallados hasta permitir que Bodego lleve el mando táctico— será una pequeña victoria para su posible redención, pero también un riesgo para la eficacia que ha definido a la serie.

¿Veremos la redención definitiva o un nuevo abismo para Voight?

Los Chicago P.D. temporada 13 spoilers iniciales sugieren que el arco principal girará en torno a un asesino que imita los viejos métodos de Voight para encubrir crímenes de venganza, obligándolo a mirar su propio reflejo más violento. Las fuentes de la producción apuntan a que el caso se contará en bloques de tres episodios, permitiendo un seguimiento más serializado del conflicto moral. En paralelo, un comité civil examinará cada arresto de la Unidad, añadiendo capas de tensión política.

La pregunta central es si Hank Voight cambio será real o performativo. Los guionistas han insinuado que Voight podría aceptar un curso de formación ética obligatorio, una decisión que chocaría con su ADN pero que refleja la realidad contemporánea de muchos cuerpos policiales en Estados Unidos. Al mismo tiempo, un informante del set reveló que veremos al sargento visitando la tumba de su hijo Justin en el episodio 100 de la serie, un guiño simbólico a la raíz de su rabia y su deseo de proteger a los vulnerables.

¿Qué gana la serie si Voight se redime? Primero, longevidad: como ocurre en Better Call Saul, un protagonista en constante evolución mantiene viva la curiosidad del público. Segundo, relevancia cultural: un héroe que aprende de sus errores resuena en una audiencia que exige responsabilidad. Pero también hay riesgo; la intensidad cruda de Voight es un pilar narrativo y diluirla podría alienar a quienes sintonizan precisamente para ver a un antihéroe sin filtros.

En definitiva, la temporada 13 se perfila como el año más introspectivo de Chicago P.D.. Si Voight logra equilibrar la ley con la justicia, podríamos asistir a una reinvención histórica para la franquicia One Chicago. Si no, el colapso moral del personaje podría ofrecer el catalizador dramático que sostenga la serie más allá de su primera docena de temporadas. ¿Estás listo para elegir de qué lado de la línea azul te encuentras?

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