Chicago P.D. siempre ha sido la más sombría de las series del universo One Chicago, explorando el crimen, la corrupción y, en ocasiones, asesinatos que sacuden la moralidad de sus protagonistas. Sin embargo, el episodio «The Good Shepherd» ha llevado la intensidad a un nivel inesperado, dejando al público con el corazón en la garganta.
Un caso que golpea de cerca a Dante Torres
El episodio gira en torno a un centro de detención juvenil con fama de mantener un régimen estricto. Cuando un adolescente, que supuestamente debería estar en el centro, aparece muerto, la Unidad de Inteligencia decide investigar. Para ello, el oficial Dante Torres (Benjamin Levy Aguilar), quien en su juventud pasó por la institución, se infiltra como parte de la investigación.
Torres, consciente de las prácticas rigurosas del centro, adopta un enfoque meticuloso para descubrir quién está detrás del asesinato del joven. Lo que desentraña es aterrador: uno de los oficiales de correcciones, Collins, está involucrado en una red de tráfico sexual infantil, donde delincuentes pagaban por abusar de los menores internos. Un giro de trama que confirma la inclinación de Chicago P.D. por las narrativas impactantes y realistas.
Dante Torres, obligado a matar para sobrevivir
Cuando Torres descubre la verdad sobre Collins, su objetivo es llevarlo ante la justicia. Pero la situación se descontrola rápidamente. En el clímax del episodio, el oficial de correcciones desenfunda un arma y apunta directamente a Torres, forzándolo a reaccionar en defensa propia. Sin otra alternativa, el policía dispara y acaba con la vida del agresor.
El momento es crudo y estremecedor. No se trata de una muerte celebrada o glorificada, sino de una decisión difícil que pesa sobre el personaje. La escena no solo resalta la brutalidad de la realidad que enfrentan los miembros de la Unidad de Inteligencia, sino que también profundiza en la psique de Torres, un personaje que hasta ahora ha luchado por encontrar su lugar dentro del equipo.
Un punto de inflexión para Torres
La historia de Dante Torres ha sido una de constante aprendizaje dentro del equipo de Hank Voight (Jason Beghe). Desde su llegada, ha cometido errores de novato, como interrogar con excesiva brutalidad a un sospechoso o involucrarse sentimentalmente con una informante, situaciones que casi le cuestan su carrera.
Sin embargo, este episodio marca un antes y un después. Aquí, Torres no solo demuestra su capacidad como policía, sino que también enfrenta sus propios demonios internos. La resolución del caso no trae una sensación de victoria, sino de un deber cumplido con consecuencias emocionales duraderas. Aunque el centro de detención juvenil cambiará para mejor, los adolescentes que Torres intentó ayudar aún deben lidiar con las cicatrices de sus experiencias.
Este capítulo ha sido una de las mejores oportunidades para mostrar el desarrollo del personaje, conectando su historia personal con el caso y dándole una mayor profundidad sin caer en lo obvio. Chicago P.D. ha logrado construir un episodio impactante y lleno de matices, consolidando a Torres como un personaje clave para la serie.