Una voz particular, guitarras psicodélicas y melodías nostálgicas caracterizan la esencia de su sonido, junto con una influencia muy evidente del rock británico. «Maldad» es el primer corte de un proyecto que tiene como finalidad el poder colaborar con mucha gente en el proceso, bastante ecléctico y sin limitantes. «El hacer música aislado lo he hecho en varias ocasiones anteriormente pero está vez quería la contribución de otros músicos, estas nuevas canciones son un trabajo de equipo. Es un disco que se ha hecho sin prisa y enfocado en conseguir dinamismo y no caer en canciones simples,» explica.
Su primer álbum Colours un disco hecho en su totalidad en inglés, fue catalogado como un gran experimento para poder revivir el movimiento de guitarras indie-rock en la escena nacional gracias a canciones como “Waiting For The Dawn” o “You Want Me Baby”. “Este disco fue mi primer contacto con la escena independiente nacional y de cierta forma el estilo de vida que se lleva, tuve la oportunidad de coproducirlo con Carlos Medina, bajista de Little Jesus y guitarrista de Petite Amie y grabarlo en Topetitud y Chimichanga, ambos increíbles estudios.”
Poco tiempo después empezó a escribir canciones en español, abriendo un camino en su carrera completamente nuevo, escribiendo canciones como «Tragaluz» o «Realidad» y encontrando un camino más maduro por el cual podía dirigir su creatividad musical. En el año 2020 Daniel saca a la luz dos discos de larga duración, Sombras y Feliz, ambos producidos y grabados por él mismo. El primero caracterizado por tener un sonido onírico, letras introspectivas y mucha experimentación creada por la novedad y facilidad de poder tener una computadora en tu cuarto y crear canciones de manera muy sencilla. Y el segundo una compilación de versiones que se realizaron en vivo de forma acústica con un carácter mucho más desnudo y positivo.
Un año después, a mediados del 2021, se estrena el álbum Dimmitas del cual se desprenden los sencillos “Tardarás?”, “Suéltate”, “Universo” y “Tan Mal” . Contó con una producción más minimalista en donde se da introducción a un sonido un poco más Lo-Fi, y más recargado al mundo de los sintetizadores, un poco menos orgánico que sus predecesores. Son drum machines, historias acerca del más allá y simplicidad.
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