El suroriente de Colombia alberga una vasta porción de la selva amazónica, uno de los enclaves de biodiversidad más bellos del planeta, pueblos indígenas de origen ancestral y la colección de pinturas rupestres más grande y antigua de América. Sin embargo, ese entorno único ha estado cediendo terreno aceleradamente.
Estos bosques tropicales sufren desde hace años la embestida de una inmensa operación de deforestación ilegal que ha convertido decenas de miles de hectáreas de selva en pastizales y cuyas heridas en la espesura son visibles desde el aire.
El ambientalista y fundador de ‘Amazonia Emprende’, Julio Andrés Rozo, recorrió en Caquetá, cerca de 400 km entre en San Vicente del Caguán y Mocoa, convirtiéndose en una estrategia para visibilizarle al mundo las oportunidades y retos como la deforestación que padece esta región.
De esta manera, se gestó el sueño de este activista ambiental con la creación de la ‘Escuela Bosque de negocios verdes’, en la que se construyó el ‘Megavivero’ y generó alianzas con más de 65 familias amazónicas, con la meta de germinar entre 100 mil árboles nativos de la Amazonía anualmente, asegurando la restauración de los ecosistemas degradados por la deforestación.
Así mismo, ‘Amazonía Emprende’, apoya a las mujeres emprendedoras campesinas, como ‘La Asociación de Mujeres Emprendedoras Cimientos del Hogar’, la cual está conformada por un grupo de 35 víctimas del conflicto, población indígena y mujeres rurales, habitantes del municipio de El Doncello, en Caquetá, con el propósito de mejorar su calidad de vida a través la comercialización de productos que contribuyen al cuidado integral de la salud y que además, promueven la conservación de los recursos naturales, haciéndolo por medio del cultivo orgánico de plantas aromáticas.
Una oportunidad para hacer turismo académico en emprendimiento sostenible y negocios verdes, voluntariados y campamentos, que generen dinámicas de conservación. ¡Qué esperas para ser el guardián del bosque!
Aquí puedes ver la entrevista completa.
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