Una maduración del sonido de Lagartijeando, La Tercera Visión ve al argentino adentrarse en aguas inexploradas, aunque sonoramente familiares, uniendo su folk electrónico de inspiración andina con un ambiente psicodélico, instrumentación de África occidental e incluso algunos momentos de melodías pop. La belleza del trabajo de Lagartijeando es su capacidad para unir estilos y sonidos aparentemente no relacionados con algo perfecto y totalmente original.
«Isla de Sol», el tema de apertura, presenta el álbum con una muestra del sonido clásico de Mati: flauta de pan andina, un familiar ritmo de cumbia, deliciosos arreglos de cuerdas y una voz muestreada. «Mano de Fatima», el segundo sencillo del proyecto, ve una fusión de la instrumentación tradicional marroquí Gnawa con ritmos de cumbia digitales, con el trabajo de Khalil Mounji en la voz y el guembri (también conocido como sintir, el laúd de tres cuerdas cubierto de piel utilizado en la música Gnawa). En “Tierra Natal”, la cantautora y productora con sede en Madrid, Eva de Marce, toma los reflectores con su delicada voz en un susurro, cantando una melodía que recuerda una canción de cuna.
A la mitad del álbum, Lagartijeando nos presenta una nueva dirección para su sonido con «Onda», una colaboración con el artista brasileño Tagua Tagua. Es una joya de melodía que sugiere un sonido nuevo y emocionante para el argentino. Algunas colaboraciones más cierran el disco, dos con la cantautora mexicana Madeleine Bachan Kaur (“Crepúsculo” y “La Montaña Sagrada”), “Magaleña” con Javier Arce, y el cierre del disco “Ware” con Sajra. También se incluye en el álbum «Sideral Cumbia», el primer sencillo lanzado a principios de este verano, que ha contado con un amplio apoyo de prensa y radio, como Vice/Noisey, Electronic Groove, Sounds And Colors, KCRW («Today’s Top Tune» & «Morning Becomes Eclectic») y KEXP, además de conseguir un lugar en la lista «Fresh Dance» de Spotify.
Lagartijeando es el nombre del productor, músico y DJ Mati Zundel. Fuertemente influenciado por sus viajes por América Latina, los temas de baile psicodélicos característicos de Mati se adhieren a todo, desde sonidos folclóricos tradicionales del altiplano boliviano hasta los ritmos de la jungla de Brasil. Mati fusiona hipnóticamente sus influencias tradicionales (con énfasis en el canto del chamán y los bucles de charango) con ritmos electrónicos contemporáneos, creando un sonido que alguna vez dejó a NPR sin palabras.
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