La pista se hace pasar por un R&B elegante y relajado, pero sorprende al oyente con su coro devastador, en el que la vocalista y compositora Ingrid Håvik grita «I need to call my mother», resonando en los temas principales del álbum de nacimiento y muerte, el ciclo de renovación y destrucción.
Hablando sobre el sencillo, específicamente, Håvik simplemente dice: «Es en las situaciones más desesperadas en las que alguien llama a su madre. Cuando ya no puede valerse por sí mismo.»
El álbum es algo notable: tierno en sus emociones pero épico en su alcance, una poderosa síntesis de pop brillante, techno de Berlín y producción escandinava de vanguardia. Encuentra al dúo en la cima de su talento y demuestra por qué Håvik y el baterista Trond Bersu han acumulado más de 200 millones de reproducciones en Spotify hasta la fecha, múltiples premios Grammy noruegos (Spellemannprisen), el número uno en múltiples listas nórdicas y elogios de la talla de Pitchfork, NME, MOJO, The Guardian, Vogue y Triple J.
La banda sigue siendo un acto en vivo destacado y renombrado, participando en los cinco festivales más grandes de Noruega y rutas internacionales que incluyen Glastonbury, Latitude y Roskilde. También tocaron en los Premios Nobel de la Paz junto a Sting y Halsey y aparecieron en el show de Conan O’Brien en Estados Unidos.
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