Desde Bucaramanga, el cantautor Ariel Tobo presenta Hasta el final, una canción que se convierte en espejo de quienes atraviesan momentos de pérdida y transformación. Con una sensibilidad profundamente humana, el artista colombiano canaliza su experiencia como educador y músico para crear piezas que no solo suenan, sino que acompañan. Su formación en jazz en la UNAB, sumada a influencias de bolero, salsa, rock y blues, se entrelaza en una propuesta musical que fluye entre lo técnico y lo visceral.
Con Hasta el final, Tobo ofrece un tema que va más allá de la melancolía: es una conversación interna entre la parte que se aferra al pasado y aquella que clama por soltar, por sanar. «Mis canciones invitan a mirar hacia adentro, a abrazar lo vivido y a seguir adelante con el alma un poco más ligera», afirma el artista, reafirmando su visión de la música como lenguaje emocional.
¿Qué hace de ‘Hasta el final’ una canción tan potente emocionalmente?
La canción nace desde una crisis personal, un «espejo emocional», como lo describe el propio Tobo, donde el dolor se transforma en melodía. La letra retrata el conflicto de quien desea aferrarse a una relación que ya no está, mientras una voz interior pide con urgencia seguir adelante. Ese equilibrio entre apego y liberación es el corazón del tema, que busca resonar con quienes enfrentan ese tipo de dilemas emocionales.
Musicalmente, Hasta el final se sumerge en el blues rock contemporáneo, con una producción precisa y sentida. Ariel Tobo lidera en voz y guitarras, acompañado por Jorge Ortiz (piano y sintetizadores), Hernán Lezama (bajo) y Leonardo Parra (batería). Las guitarras llevan la emoción a flor de piel, mientras los sintetizadores aportan una capa de profundidad casi cinematográfica. El resultado es una canción que se siente cercana, honesta y directa.

Tobo enfatiza: «Va dirigida a todos los que han tenido una lucha interna entre quedarse o soltar. A los que se sienten partidos por dentro, pero que saben que tienen que elegir volver a vivir». El videoclip de la canción, disponible en YouTube, refuerza esta narrativa con una estética introspectiva y cuidada.
‘Jet Lag’: un disco para sanar desde lo real
Hasta el final es una de las diez canciones que formarán parte de Jet Lag, el álbum debut de Ariel Tobo, previsto para septiembre de 2025. Este trabajo promete ser un viaje emocional que explora el desarraigo, los cambios internos y el insomnio emocional que sigue a las rupturas. Cada canción es una «estación» dentro de este trayecto introspectivo, una conversación en medio del ruido cotidiano.
El disco incluirá también temas como El Viaje y Tu Silencio, esta última con lanzamiento programado para julio. Aunque profundamente emocional, Tu Silencio tendrá una sonoridad más rockera, como una declaración de alguien que finalmente decide hablar, dejar de callar. La diversidad sonora del disco refleja la complejidad de los procesos internos que describe.
La portada de Hasta el final, realizada en colaboración con Casa Liminal y capturada por Julián León, muestra a Tobo caminando solo con su guitarra. Es una imagen poderosa en su simplicidad: simboliza el momento exacto de soltar el pasado y avanzar, aunque duela. «La luz, el camino, el silencio del entorno… todo habla de un diálogo interno», explica el artista.
¿Cómo conecta Ariel Tobo con la escena independiente latinoamericana?
Lejos de buscar cifras rápidas o viralidad, Ariel Tobo apuesta por la conexión genuina. «Espero tocar fibras. Que alguien diga: ‘esta canción soy yo ahora mismo'», confiesa. Su enfoque refleja una manera de hacer música independiente colombiana que valora el contenido emocional sobre la industria del entretenimiento.
Tobo representa a una nueva generación de artistas que conciben la música como acompañante de procesos vitales. Su objetivo es claro: crear obras que sirvan de refugio, espejo y empuje. Para cerrar 2025, planea una serie de conciertos íntimos y un mini documental que capture el proceso creativo de Jet Lag.
«Es importante que las personas se den la oportunidad de conocerme. Mi música no es una fórmula: es una carta abierta, una confesón con acordes», concluye Ariel Tobo. En un panorama sonoro saturado de artificios, Hasta el final emerge como una invitación sincera a sentir sin miedo.