El coronel vuelve a casa. Luego de una gira internacional que incluyó una destacada participación en el Festival de Teatro Chéjov en Rusia, la adaptación teatral de «El coronel no tiene quien le escriba» regresa al Teatro Colón de Bogotá con cinco funciones únicas entre el 1 y el 9 de agosto de 2025. Esta nueva temporada no solo marca el reencuentro del público colombiano con una de las obras más emblemáticas de Gabriel García Márquez, sino que celebra un hito en la historia reciente del teatro nacional: la función número 50 bajo la dirección de Jorge Alí Triana.
Con un elenco de primer nivel y un texto que sigue resonando por su potencia emocional y su mirada sobre la dignidad humana, esta puesta en escena confirma su lugar como uno de los montajes teatrales más significativos del país. Las entradas ya están disponibles en Tuboleta, y la expectativa es alta para quienes buscan revivir el universo garciamarquiano desde las tablas.
¿Por qué esta adaptación sigue emocionando al público colombiano?
En palabras del propio Jorge Alí Triana, esta obra representa «una tragicomedia que nace de una necesidad vital». Escrita en París durante una época de precariedad para Gabriel García Márquez, la novela fue concebida inicialmente como una comedia, pero su trasfondo marcadamente existencial la llevó hacia otro registro. El coronel protagonista, inspirado en el abuelo del escritor, espera desde hace quince años una pensión que nunca llega. Mientras tanto, cuida a su esposa enferma y pone sus últimas esperanzas en un gallo de pelea que heredó de su hijo muerto.
Esta historia de espera, fe y resistencia toca fibras universales, pero en el contexto colombiano cobra una fuerza aún mayor. La obra teatral no sólo es un espejo de la burocracia y la injusticia, sino también un canto a la dignidad en medio de la adversidad. Para Laura García, quien interpreta a la esposa del coronel, el texto sigue siendo profundamente vigente porque aborda temas como «la soledad, la vejez, la relación matrimonial y la dignidad».
El legado de Jorge Alí Triana y su relación con Gabo
Dirigir esta obra tiene un valor simbólico y emocional para Jorge Alí Triana. Con esta temporada, el director colombiano alcanza la función 50 de «El coronel no tiene quien le escriba», cerrando un ciclo que lo conecta directamente con el legado de Gabriel García Márquez. Triana no es un extraño al universo del Nobel colombiano: dirigió dos películas con guiones originales de Gabo, Tiempo de morir (1985) y Edipo alcalde (1996), y ha llevado a escena otras obras como Crónica de una muerte anunciada y La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada.
Esta conexión directa con el autor otorga a esta puesta en escena una autenticidad particular. No se trata sólo de una adaptación literaria al teatro, sino de una lectura escénica hecha por alguien que conoció y colaboró con el autor en distintos formatos narrativos. Esa cercanía se traduce en una dirección cargada de sensibilidad, coherencia y conocimiento profundo del mundo garciamarquiano.
¿Cuándo y dónde ver las últimas funciones en Bogotá?
Las funciones de «El coronel no tiene quien le escriba» tendrán lugar en el Teatro Colón, ubicado en el Centro Nacional de las Artes (Calle 10 #5-32). Esta será la tercera temporada de la obra en este recinto histórico, y las fechas confirmadas son:
- Viernes 1 de agosto a las 7:30 p.m.
- Sábado 2 de agosto a las 7:30 p.m.
- Jueves 7 de agosto a las 5:00 p.m.
- Viernes 8 de agosto a las 7:30 p.m.
- Sábado 9 de agosto a las 3:00 p.m.
El elenco está conformado por nombres reconocidos de la escena colombiana: Germán Jaramillo, Laura García, Santiago Moure, Jhon Alex Toro, Luis Hurtado, Christian Ballesteros, Víctor Navarro, Diego Sarmiento, Patricia Tamayo y Juan Prada. La obra es una coproducción entre la Fábrica Popular de Teatro y el Centro Nacional de las Artes, con apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes. Las entradas están disponibles desde $39.000 a través de Tuboleta.
El público bogotano tiene una última oportunidad para ser parte de esta celebración teatral que honra tanto la literatura como la historia del teatro colombiano. ¿Vale la pena perderse la función 50 de una obra que ha marcado un antes y un después en la adaptación de Gabriel García Márquez al escenario?