Desde las plazas de freestyle hasta los estudios profesionales, Santal, un joven artista peruano de apenas 17 años radicado en Argentina, está dejando una huella emocional con su primer álbum: «707 Metamorfosis». Este disco, de atmósfera sombría y profunda, se convierte en un testimonio musical de las distintas etapas de una ruptura amorosa, narradas con sensibilidad y una producción orgánica que se aleja de lo digital.
Formado desde los 12 años en el mundo del rap peruano, Santal creció entre batallas y poesía, siempre con el acompañamiento de su padre. Hoy, canaliza su lado más romántico a través de letras cargadas de emotividad, influenciado por artistas como Mac Miller, Mac DeMarco y la estética introspectiva de Billie Eilish. Con «707 Metamorfosis», el artista busca conectar con quienes han amado, perdido y aprendido en el proceso.
¿Cómo se construye la narrativa emocional de «707 Metamorfosis»?
El álbum se presenta como un viaje introspectivo que comienza en la niñez y evoluciona hacia una exploración del afecto femenino, desde el amor maternal hasta las relaciones amorosas que marcan, duelen y transforman. Cada pista del disco retrata un momento específico, componiendo una historia de duelo emocional, sanación y crecimiento.

Santal confiesa que este trabajo surge de vivencias personales. «Siempre fui muy sentimental, incluso conmigo mismo. Muchos de estos temas están dedicados a chicas que marcaron mi historia, y siento que compartirlo ayuda a otros a sanar también». En el tema «Olvidar», por ejemplo, se enfrenta a la imposibilidad de amar otra vez tras una ruptura. Mientras que «No estés triste» aborda un momento límite, donde el amor llega justo antes del abismo, pero también refleja la dependencia emocional que puede surgir de esos encuentros salvadores.
El clímax emocional llega con «Te vas», un tema descrito por el propio artista como el más doloroso del álbum. Su narrativa empuja al protagonista a una espiral de ensimismamiento y desesperación. Sin embargo, el cierre del disco encuentra una salida realista y esperanzadora, donde el aprendizaje se vuelve parte del proceso.
La producción sonora: un retorno a lo orgánico con un enfoque conceptual
A diferencia de muchos debuts juveniles centrados en lo digital, «707 Metamorfosis» destaca por su sonoridad analógica. Santal optó por grabar en estudio con instrumentos reales: guitarras eléctricas, percusiones, violines, chelos, contrabajo, saxo y piano. «Quisimos hacer algo fuera de lo normal, volver a lo vivo», asegura.
El tema «El primer paso» introduce al oyente en el concepto del álbum. Su video oficial muestra una narración visual en la que un niño de siete años se convierte en el artista que es hoy, enfrentando adversidades desde lo simbólico. Este track mezcla soul, R&B y una guitarra eléctrica que le da calidez al recorrido emocional. Incluso se escucha la voz de la madre de Santal, reforzando la figura femenina como eje de su historia.
Visualmente, el disco mantiene coherencia con su portada y visualizers. La imagen de un abrazo sin consuelo, entre el protagonista y una figura femenina, representa el tipo de conexión que Santal retrata en sus letras: cercana pero dolorosa, intensa pero frágil. Todo el proyecto se siente como un diario emocional hecho música.
¿Qué hace a Santal un artista diferente en la escena latinoamericana?
En tiempos donde la industria musical prioriza lo comercial, Santal se posiciona con una propuesta honesta que no busca vender, sino sanar. «Yo no hago música para vender, hago música para expandir, acompañar y salvar», afirma. Esta declaración encarna el espíritu de «707 Metamorfosis»: un álbum que invita a escuchar desde la vulnerabilidad, ideal para momentos de introspección.
Santal ya prepara un Live Set de algunas canciones del disco y promete nuevos lanzamientos en formato de sencillos. Su enfoque auténtico y su talento para la narración emocional lo perfilan como una figura relevante en la nueva ola del rap latinoamericano.
¿Está listo el público colombiano y latinoamericano para abrazar una propuesta tan personal y poética? «707 Metamorfosis» no solo marca el debut de un nuevo artista, sino el inicio de una conversación emocional que muchos necesitan tener consigo mismos.