Chicago Fire, la longeva serie de NBC creada por Dick Wolf, ha entrado en una etapa de tensión interna que no solo afecta a sus personajes, sino también a su reparto principal. Con el episodio «Post Mortem» del 16 de abril, los espectadores no solo enfrentaron un cliffhanger dramático, sino una verdad mucho más dolorosa: Daniel Kyri y Jake Lockett se despiden de la estación 51 tras las temporadas 13 y 7, respectivamente. La noticia, según Deadline, llegó justo cuando el episodio salía al aire, dejando a muchos atónitos y sin tiempo para prepararse emocionalmente.
La partida de Kyri, quien encarnó a Darren Ritter durante siete temporadas, y de Lockett, el carismático Sam Carver, no parece responder a decisiones creativas, sino más bien a una nueva lógica presupuestaria por parte de NBC y Wolf Entertainment. Ambos eran favoritos del público, y sus personajes estaban entrelazados en tramas significativas, incluyendo una de las relaciones sentimentales más comentadas del programa. Esta decisión plantea un futuro incierto, ya que podría marcar solo el inicio de una serie de recortes en el elenco.
Las salidas podrían no haber terminado
Según Deadline, NBC está realizando una revisión interna que podría llevar a más despedidas entre los miembros del reparto de Chicago Fire. La razón es clara: los costos de producción. Con la renovación de contratos en curso para varios actores, los ejecutivos están valorando qué miembros son considerados esenciales y cuáles pueden ser prescindibles dentro del entramado narrativo. Esto ha generado preocupación entre los fans, especialmente porque personajes como Stella Kidd (Miranda Rae Mayo), Herrmann (David Eigenberg) y el ya intermitente Severide (Taylor Kinney), han tenido apariciones más esporádicas en las últimas temporadas.
La estrategia parece haberse venido gestando desde hace tiempo. Los espectadores más atentos han notado una tendencia a excluir a ciertos personajes de episodios donde no tienen un rol activo, lo que sugiere un enfoque más económico en la distribución del elenco por capítulo. Aunque esta práctica es común en series longevas, el hecho de que ya se estén materializando despedidas definitivas es lo que ha alarmado a la audiencia.
Menos episodios y menos presupuesto
Otro punto alarmante mencionado por Deadline es la posibilidad de que Chicago Fire reduzca su número de episodios por temporada. Actualmente la temporada 13 contará con 22 entregas, pero de renovarse la serie, ese número podría caer por debajo de los 20. Todo esto se alinea con la tendencia de otras producciones televisivas que, ante la presión económica y el auge del streaming, han optado por temporadas más cortas para reducir costos sin sacrificar demasiada calidad narrativa.
El caso de «Post Mortem» fue sintomático: personajes como Violet Mikami (Hanako Greensmith) y Novak (Jocelyn Hudon) estuvieron ausentes, presuntamente para ahorrar en presupuesto. Este tipo de ausencias selectivas ha dejado de ser una excepción para convertirse en norma, reforzando la teoría de que la serie se está reconfigurando hacia una estructura más austera.
A medida que Chicago Fire se aproxima a su temporada 14, los fans se preguntan si esta ola de recortes significará también una pérdida de identidad para la serie. La estación 51 no es solo un conjunto de tramas; es un equipo, una familia. Y si esa familia empieza a desmoronarse, ¿seguirá ardiendo con la misma pasión?
