Después del No-Wave a la Johnny Thunders de «Bad Love» y el riff power-punk de «Stars», «Empty In My Mind» presenta una profundidad y una dimensión aún más emocionantes para la historia de Dehd. Es un magnífico himno al primer impacto de un nuevo amor o, como lo describe la banda, «el espacio sin sentido alrededor de un nuevo enamoramiento.
El tipo de adrenalina que se produce, el giro, el desapego y la sensación de falta de conexión a tierra. Todas estas cosas son o muy divertidas o absolutamente terribles.» Adecuadamente, la canción en sí es delirante, deslumbrantemente soñadora, una belleza pop de 3 minutos brillantemente concisa y nítida, llena hasta el tope con coros contagiosos y armonías celestiales.
Tras el gran éxito de Dehd en 2020 con Flower of Devotion (nombrado Best New Music por Pitchfork), Blue Skies está repleto de las canciones más convincentes, compulsivas y expansivas de su carrera. Reservaron el mismo estudio donde grabaron Flower of Devotion pero triplicaron su estadía, dándose tiempo para jugar con los arreglos y deleitarse con un maravilloso mundo de cajas de ritmos y sintetizadores.
Mientras continuaban escribiendo y grabando cada parte del álbum por su cuenta, la nueva relación con Fat Possum permitió algunas indulgencias, por ejemplo, la incorporación del ingeniero de mezcla ganador del Grammy, Craig Silvey (The Rolling Stones, The National, Arcade Fire), y la ingeniera de masterización, Heba Kadry (Slowdive, Bjork, Cate Le Bon), asegurando la visión de Dehd para Blue Skies.
El resultado es el segundo paso adelante consecutivo de la banda: más agudo e inteligente, con armonías y ritmos más sofisticados y considerados. Blue Skies sigue siendo Dehd, solo que más salvaje y maravilloso que nunca. Otro golpe oportuno de esperanza, solo que con el doble de fuerza.
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