Desde el 18 de noviembre se estrena en cines LA CRÓNICA FRANCESA, la película más reciente del realizador estadounidense Wes Anderson que llega a la pantalla con todos los atributos que los fans esperan de una historia creada por el icónico cineasta: un reconocido reparto coral integrado por frecuentes colaboradores, personajes extravagantes, una estética visual única, un guión ocurrente y altas dósis de humor socarrón, entre otros.
Una obra de arte en cada cuadro, cada escena. Todo en la pantalla tiene un sentido y una razón. Si detienes el cuadro en cualquier escena podrás ver cine, arte y fotografía. Sin duda es una de las cintas que debemos agregar a las 100 de hay que ver antes de morir.
LA CRÓNICA FRANCESA de Searchlight Pictures e Indian Paintbrush, la décima película del aclamado director estadounidense Wes Anderson, llega a salas de cine disponibles del país el próximo 18 de noviembre. El productor, guionista y director es conocido por la repetida colaboración con los actores y actrices que integran los repartos estelares de sus películas. LA CRÓNICA FRANCESA no es la excepción.
Seis datos importantes sobre «La crónica francesa»
Estos seis datos sobre la producción de LA CRÓNICA FRANCESA son perfectos para entrar en “modo Wes” antes de la esperada llegada de la historia a los cines.
Inspiración por Tres
Como señala el propio Anderson, su nueva película tiene tres fuentes de inspiración: la prestigiosa publicación estadounidense The New Yorker, el cine francés y la estética de Francia, país por adopción del realizador en los últimos años. “Recuerdo una entrevista que leí una vez al dramaturgo Tom Stoppard en la cual alguien le preguntaba de dónde había surgido una de sus obras y él dijo que siempre se trataba de dos ideas de origen diferente que él reunía y convertía en su siguiente obra. Eso es exactamente lo que me pasa a mí cada vez. Y esta película es de hecho tres cosas: una colección de historias breves, algo que siempre había querido hacer; una película inspirada en The New Yorker y el tipo de reportero que siempre se caracterizó por publicar; y, tras haber pasado mucho tiempo en Francia a lo largo de los años, siempre había querido hacer una película francesa, y una película que estuviera relacionada con el cine francés”, relata el cineasta.
Cuenta el actor Owen Wilson, compañero de habitación de Anderson en la universidad y recurrente colaborador en sus películas, que en sus años universitarios el realizador leía constantemente The New Yorker. “Estaba todo el tiempo leyendo The New Yorker, lo cual era bastante inusual. No recuerdo que estuviera suscripto, eso habría estado fuera de su alcance económico, pero estaba completamente absorbido por esa revista. Qué regalo más considerado a todos esos escritores…”, expresa Wilson.
Por su parte, Andrew Weisblum, editor de larga data de Anderson, comenta: “La película nace de su amor por el cine, la literatura y cultura francesas y sus experiencias en Francia durante los últimos diez años o más, y creo que eso es lo que él quiso evocar y compartir en esta película”.
UNA COLECCIÓN DE CRÓNICAS
La película está estructurada en cuatro secciones, dedicadas a las cuatro crónicas incluidas en la revista. Se trata de una colección de historias colmadas de exquisitos recursos visuales, giros desopilantes en las tramas y actuaciones conmovedoras. La primera es una colorida crónica que hace el periodista Herbsaint Sazerac (Owen Wilson) sobre Ennui-sur-Blasé, la encantadora ciudad donde transcurre la película. La segunda gira en torno a la obra del pintor criminal Moses Rosenthaler (Benicio del Toro y, de joven, Tony Revolori), quien es promovido despiadadamente y vendido a precios cada vez más astronómicos por el marchante de arte Julian Cadazio (Adrien Brody) y sus dos tíos (Bob Balaban y Henry Winkler). La tercera crónica, a cargo de la ensayista Lucinda Krementz (Frances McDormand), es un relato personal sobre los reclamos y pasiones, políticas y sexuales, que empujan a la romántica juventud desencantada de Ennui a ir a la guerra con sus maestros adultos, e iniciar una tumultuosa huelga general que lleva al cierre de todo el país. Completa la colección un retrato del legendario chef Nescaffer (Stephen Park), el cocinero del comisario de la ciudad, que repentinamente se convierte en un relato de suspenso contrarreloj.
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BIENVENIDOS A ENNUI-SUR-BLASÉ
Tras analizar la posibilidad de componer la ciudad de Ennui-sur-Blasé en la sala de edición a partir de múltiples locaciones, Anderson y su equipo decidieron establecerse en la localidad de Angoulême, en la región sudoeste de Nueva Aquitania. “Angoulême tenía la antigüedad y arquitectura adecuadas, pero más específicamente, tenía todas estas curvas y esquinas y escaleras y pequeños viaductos y todo este apilamiento vertical único de sitios de interés. Lo cual creaba hermosos cuadros, y también sugería ciertas áreas de París, Lyon y otras ciudades francesas”, señala el diseñador de producción Adam Stockhausen. En Angoulême, Anderson y su equipo hallaron una vieja fábrica de fieltro que convirtieron en un estudio de cine en miniatura, montando en el predio un taller de construcción, un taller de creación de maquetas y un par de escenarios.
CON EL SELLO DE KANSAS
De una u manera, los caminos de LA CRÓNICA FRANCESA también conducen a Kansas, un estado del Oeste Medio de Estados Unidos que atraviesa la película. Por un lado, el nombre en inglés de la publicación en el centro de la trama es The French Dispatch of the Liberty Kansas Evening Sun, una referencia clara a los orígenes de los creadores de la mítica The New Yorker. Harold Ross, el cofundador de la revista, y William Shawn, su sucesor, quienes sirvieron de inspiración al personaje de Bill Murray en el film, y son ambos oriundos del Oeste Medio. “Kansas para mí es como el lugar más norteamericano de todo Estados Unidos”, comenta Anderson.¿Otra referencia? “La obra maestra concreta”, la primera historia extendida presentada en el film, está enmarcada dentro de una conferencia que da la autora de la historia, J.K.L. Berenson (Tilda Swinton), en un centro cultural de Kansas.
130 SETS
En línea con las demás películas de Wes Anderson, LA CRÓNICA FRANCESA sigue la característica forma de encuadrar del realizador, al estilo de dioramas vivientes. “Cuando leí el guion, ya en las primeras treinta páginas me quedó claro que cada oración requería un set nuevo. Eso venía directamente de la animación, donde cada toma realmente es su propio set y hay una atención constante y microscópica a cada detalle visual”, explica Weisblum. El productor Jeremy Dawson agrega: “Creo que en esta película había algo así como ciento treinta sets diferentes, la mayor creación de sets y preparación de escenas que haya hecho jamás. Cada uno tenía su estilo propio, y la única forma de hacerlo económico era mantener las cosas bastante cerca unas de otras, reutilizar cosas donde fuera posible y hacerlo de manera inteligente… y sencillamente contar con un equipo de diseño de producción extraordinariamente talentoso dirigido por Adam Stockhausen y su increíble equipo francés, todos estos artesanos y creadores de letreros y artistas de decorados de óperas. Todos hicieron un trabajo increíble”.
VETERANOS Y DEBUTANTES
En línea con el estilo Wes Anderson, LA CRÓNICA FRANCESA cuenta con un elenco coral destacado. A los reconocidos actores y actrices que colaboran asiduamente con el cineasta, como Bill Murray, Adrien Brody, Owen Wilson Jason Schwartzman y Tilda Swinton, se suman otros nombres célebres que en esta oportunidad debutan en el “universo Anderson”. ¿Algunos de ellos? Benicio del Toro, con quien Anderson deseaba trabajar hace mucho tiempo, la actriz francesa Léa Seydoux y el actor Timothée Chalamet, quien describe así la experiencia de ser parte de una película del realizador: “Es una máquina increíblemente bien aceitada. No se desaprovecha nada, cada tornillo y cada alambre funcionan, y todos trabajan juntos, desde (el operador de Steadycam) Sanjay y (el director de fotografía) Bob Yeoman hasta (la diseñadora de vestuario) Milena y Adam Stockhausen y sus equipos. Y, por supuesto, Wes, quien siempre es inspirador… es un poquito intimidante, su rol de capitán, porque tiene esta atmósfera bohemia de circo comunitario, pero absolutamente todo funciona como un reloj– todos están unidos detrás de la visión de Wes y todos contribuyen a que cobre vida”.
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